viernes, agosto 01, 2008

Nada de floro

Cómo no le hablé, si yo tengo buen floro. Ni siquiera un besito inocente, un saludo o una mirada. Su nombre golpea la almohada y no deja dormir.
Desde que la vi, pensé que era demasiado. No la esperaba para nada. De entrada, ya me había ganado.
Maricón. La tuve a mi costado un momento, le invité un vaso de cerveza. Me dijo, no gracias. Mil doscientas navajas me cortaron la lengua. Tanto trago adentro por las huevas. ¿Qué chucha me pasa? Quedé muerto. Me enterré en silencio, sin decirle a nadie. Nunca me velaron. No hay lápida para mi tumba, pero se llama vergüenza.
Su belleza era impredecible. Su caminar, sus gestos. Amarraban mis ojos y hacían que no respirara. Nunca supe qué hacer. Apenas pasaba, inventaba conversaciones con ella que jamás se dieron.
Su belleza era innegable. Morena, delgada. Sensual y sin querer, fatal su mirada que nunca fue mía.
Si bailaba, yo le cantaba todas las canciones.
No se dio cuenta.
Cómo no la saqué. Bailaba bonito. Se movía fina, con gracia. También se reía. A veces la miraba de reojo para no hacer roche.
Nunca se dio cuenta.
Son huevadas. Imagínense. Si yo tengo buen floro. Qué va a ser.
Quién sabe si algún día me la encuentro. Su nombre sigue golpeando la almohada mientras ruego que se acuerde del mío. No creo. Probablemente igual no diga nada.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El buen floro no sirve. Cada vez que lo usas, te alejas más. Se real por una vez.

Anónimo dijo...

Real!!! Por Dios, eso NO EXISTE ,broderrrrrrr. Todo es lenguaje.

KIKE dijo...

simplemente ser autenticO .. el decirle cosas bonitas no significa k la estas floreandO.. hay k decirle lo k pensamos en ese momento acrka de ella pero adornando las palabras k usemos :p
alaOz