martes, abril 25, 2006

Por qué debería tener el acceso restringido al MSN Messenger

Me gusta escribir. Y uso el Messenger a diario. Poca gente entiende lo que escribo. Escribo bastante y en varias líneas, y lo más probable es que por cada línea que me hables yo responda diez. Y es que por más que me encante escribir es mejor decir algunas cosas en persona. Pero no, ahí frente a mi esta la oportunidad, de no encarar las cosas, de no mirar a una persona a los ojos, de poder pensar antes de escribir, o no pensar y dejar volar mis dedos entre las teclas, a ver que sale. Y siempre uso esa oportunidad. Estar frente a un monitor me da una falsa seguridad, tengo que admitirlo. No me pueden pegar al instante de decir alguna estupidez, ni llorar, ni siquiera mirarme. Luego de la bomba de letras solo queda frente a mi una ventana de conversación abierta, y me siento seguro. Aunque sea un segundo.

Nunca me han sacado la mierda, y de repente alguien debería. Nunca me han tirado una cachetada, aunque tengo dos nombres en mente que quizás quisieran. Nunca me han robado, osea robado en serio, con pistola o machete, o cuchillo o bazuka, y por eso no les tengo miedo a los ladrones. De esa misma forma, no le tengo miedo a mis palabras, porque nadie me ha callado. Y el Messenger siempre a sido mi cómplice.

Esto es una especie de confesión, creo. Señores y señoras, tengo que decir que no pienso antes de hablar o escribir, o pienso pero no me contengo. Pienso de una manera macabra lo que voy a decir y lo digo porque nadie me va a hacer nada. Soy el maestro oscuro del teclado. Adiós.

No debería tener acceso a MSN Messenger.

No hay comentarios.: