miércoles, agosto 22, 2007

Broder, ¿Qué está pasando?

Broder, ¿Qué está pasando? ¿Qué es esto? ¿Por qué hay rayos multicolores en el cielo? ¿Qué es este ruido tan extraño? Broder, ¿Qué me sucede? He perdido el control maleado. ¿Quién es toda esta gente? Todos me miran raro. Me señalan con el dedo, me acusan. Váyanse todos a la mierda, se está moviendo el piso. Va girando como un remolino, como si fuera un abismo hacia otra dimensión. Si tan sólo saltara, quizás todo sería diferente. Quizás allá abajo me espere un mundo mejor, con nubes pintadas de psicodelia todos los días, donde las casas estén hechas de sueños, para así vivir en ellos para siempre, hasta siempre. Soñando caminaríamos por las calles de este mundo imaginario y entre sueños volando quizás algún día encontraría una mirada que se cruzara con la mía. Quizás seríamos felices para siempre, en el mundo de hasta siempre.

BOOM de vuelta a la realidad. En verdad todavía no me doy cuenta, pero es el aroma que siento el que me dice que he regresado al sucio antro donde me encontraba antes. Ahora veo todo más claro, ya no es tan abusivo el efecto del humo verde. Broder, qué verde.

Ahora si, en serio, ¿Qué mierda hago acá? Estoy sentado en una mesa llena de personas que no reconozco, fumando cigarros que no son míos y chupando un trago extraño que me invitaron. La verdad es que estoy secando cada vaso que encuentro. Supongo que es mala idea tratar de aplacar esta sed atroz que siento con más trago, pero hey, es lo único que encuentro alrededor.

Noto entre la gente a una chica que me mira a cada rato. No creo que sea por mi pinta ya que estoy hecho una cagada: más que borracho, mal vestido y oliendo a marihuana. Mierda, pienso, debo estar meado por algún lado. Doy un vistazo a mi jean pero nada, examino mi ropa buscando algo ridículo, pero nada. ¿Qué le pasa a esta flaca?

Me incorporo lentamente, tambaleándome entre las butacas alrededor de la mesa. En el camino seco el último vaso de ron (al menos eso parecía) que quedaba en la mesa. Me acerco a la pista de baile. Una masa de cuerpos se mueve al ritmo de la música. Broder, la gente esta loca. De pronto, la chica que me estaba mirando aparece detrás de mí y me dice algo al oído. No la puedo ver pero estoy seguro, no puede ser nadie más que ella. Me volteo y broer, que rica se ve la rufla esta. Es rubia, de ojos verdes y unos labios increíblemente sensuales. Llevaba puesto un top rojo y un jean pegado que hacían juego perfecto con su cuerpo. Qué rica.

Es absurdo, no tiene sentido. Estoy bailando con la rubia. Soy un dios. Estamos agarrando. Soy más que dios.

Qué brutal. Ya no puedo más. La noche quiere cobrar la cuenta y me agarró con el pantalón abajo. Literalmente. Voy entrecerrando los ojos, perdiendo la conciencia. Broder, ¿Qué está pasando? ¿Qué es esto? Tan cerca del cielo. En este punto ya no importa nada, yo le vendo mi alma al diablo por tirarme a esta rubia. Me tiemblan las piernas, ya no aguanto. Flaca, por favor, empieza. Levanta la cabeza y me mira, sonríe.

Me despierto en la vereda de un callejón de mala muerte y supongo que es de mañana. Sigo con el pantalón abajo. Hay botellas a mi alrededor y vómito como mierda. ¿Qué pasó con la rubia? ¿Qué pasó con la noche? Quizás fue real, quizás fue un sueño. Quizás fue el alcohol, quizás fue la hierba. Broder.

Joc

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