lunes, abril 14, 2008

Marte

¿Qué sentir cuando, por la tarde, ves el reflejo del sol en un edificio?
Y te das cuenta que todo alrededor es rojo, y que el piso es rojo, y que el cielo es rojo, y el humo de tu cigarro, rojo, y el vaso de ron, rojo, y rojo tú por dentro.
Ves una nave, una motocicleta volando hacia la neblina que rodea la luna, roja, y rojo el dolor del mundo, rojo el llorar de los arboles, rojo lo estoico en las piedras, rojo el recuerdo de las arenas en el desierto.
Rojo tu corazón helado, rojo tu corazón ardiendo. Rojos los dos soles que se pierden en el firmamento, en sentidos opuestos, y roja el aura que te envuelve, es la civilización, es un robot, es el cáncer de la tierra, una enfermedad llena de cables.
Ya ni escuchas tu pensamiento en el ruido, en la bulla de lo desconsiderado, en el tráfico de luces, todas rojas hoy.
Roja tu alma que grita, que llora lágrimas rojas, que se queman, y tiñen de rojo las veredas, donde se dibuja, en tiza roja, cuerpo sobre cuerpo muerto.
Toma la sangre, del pueblo perdido, del gemido angustiado, destrúyete en ella, mientras sudas sangre, mientras tus ojos rojos, no ven nada, y se quema tu mirada.
De pronto se eleva, un fantasma rojo en el cielo, que te llama, y te dice: Salta.
Diez minutos después, cae gris tu sentir, y te olvidas de todo. Cae gris el inicio de la noche, a las siete y trece.

4 comentarios:

Mariana dijo...

Jose Alberto Rubina, te descrubrí en el blog. Te recuerdo que hace poco me declaraste tu amor platónico y estoy dispuesta a corresponderte, si solo si, Pato y tu se retan a duelo :)

Anónimo dijo...

Erre me destruye, salvo que sea un duelo a pistolas como los vaqueros de mi infancia. Tantos años fiel a la paja me han brindado una rapidez formidable en las manos, por lo menos en la derecha.

JAJAJAJA.

Anónimo dijo...

ESCRIBE MÁS! :)

Anónimo dijo...

Asu, hermano... cómo te publican declaraciones... ja, ja... Bien ahí, onanista.